“En un proceso de diseño lo principal es definir bien el problema”

Publicado el 27 de noviembre de 2018 por en ECM, Software libre

Hoy hablaremos sobre diseño, metodología proyectual y cultura libre. Hemos invitado para ello a la fundadora del estudio LC3, Ana Amelia, con quien hemos tenido ocasión de trabajar en el nuevo tema de nuestro sitio web y en varios proyectos de personalización de aplicaciones de gestión documental.

Todo el trabajo de tu estudio de diseño se realiza con herramientas libres como Inkscape y Blender. ¿Por qué decidiste adoptar el software libre?

Vaya, parece que has comenzado por una respuesta complicada. O bueno, más bien larga.

A lo largo de mis estudios yo, como la mayoría de las personas de las escuelas de arte y escuelas superiores de diseño, tenía muchos prejuicios acerca de las herramientas libres específicas en diseño. Y esto era sobre todo porque yo desconocía muchas cosas y escuchaba a mis referentes. Todos ellos seguían las enseñanzas de Adobe y Autodesk y lo que no estuviera en su marco no era diseño, era de aficionados.

No obstante a mí había algo que no me cuadraba. No entendía por qué tenía que repetir trabajos que otros ya habían hecho. Entonces fue cuando descubrí las Creative Commons. Quizá esa fue la puerta de todo lo demás.

Yo ya conocía Aegisub por una de mis aficiones y cada vez me planteaba que si eso funcionaba tan bien para crear subtítulos flotantes seguro que había software igual de competente libre para realizar elementos de diseño.

En base a eso comencé a investigar y me propuse que cuando tuviera mi propio estudio utilizaría esas herramientas como parte de mi aportación a la libertad. Porque compartir es vivir.

¿Qué tiene que cambiar para que en la enseñanza pública se deje de aprender con tecnologías privativas?

Creo que hay dos razones principales: las empresas y los docentes. Y una depende de la otra. Puede ser que los docentes enseñen un poco en base a lo que les resulta más cómodo o creen más conveniente, pero sin duda lo hacen siempre con el pretexto de lo que demanda la empresa. Y si las empresas no demandan a gente que sepa utilizar software libre… entonces llegamos a un problema horroroso y circular. No se enseña software libre porque no se demanda y no se demanda porque no se enseña.

Por lo tanto apostaría por que el primer paso pueden darlo uno de estos dos agentes. En mi caso lo doy como estudio, ¡ya que no imparto clases!

Hablemos de diseño. ¿Un diseño debe ser bonito o funcional?

¿Bonito en qué sentido? Quiero decir, algo “bonito” es algo que alguien considera en base a sus criterios o a los estándares de una sociedad que es bello, por lo tanto es algo subjetivo.

Algo subjetivo no puede ser el fin de un diseño. Se podría decir que algo bonito es azul y recto si nos dirigimos a un grupo concreto de usuarios, por lo tanto no sería “bonito”, sino azul y recto. Atractivo para esos usuarios en otras palabras. Si es atractivo es que está cumpliendo la función de atraerles.

Podemos decir que todo el diseño es funcional aunque esta función sea meramente estética. No se basa en criterios subjetivos, sino objetivos. En el momento en el que le dotamos a un diseño un atributo subjetivo como es la belleza ya no estamos creando diseño sino algún tipo de arte que accidentalmente funciona.

Todo diseño es funcional

¿Estás de acuerdo con la afirmación de Bruno Munari de que “el progreso implica simplificar, no complicar”?

La verdad es que no. Lo sencillo y lo simple no son exactamente lo mismo. Hacer algo de manera simple, es decir, simplificarlo, quiere decir que alinearemos todo lo posible las rectas entre las fases sin tener en cuenta las consecuencias. Sin embargo si hiciéramos algo más sencillo daríamos todas las vueltas necesarias para que en el fin eso fuera más fácil de utilizar.

Un ejemplo de esto que me gusta bastante es el bolígrafo. Su evolución se ha debido a una serie de cambios necesarios. En la II Guerra Mundial se precisaba poder escribir en los aviones, pero los estilógrafos y las plumas no lo hacían correctamente. Lo simple hubiera sido escribir con lápiz, sin embargo se experimentó con la viscosidad de la tinta y la forma de un lapicero hasta llegar al bolígrafo común que conocemos a día de hoy. Es una solución sencilla pero no simple.

Gran parte de mi trabajo consiste en diseñar modelos de gestión documental o desarrollos para mis clientes. ¿Qué me aconsejas para mejorar? ¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de diseñar?

En un proceso de diseño, es decir en un proceso de resolución de problemas, lo más importante probablemente sea la metodología. Seguir un paso detrás de otro de manera consciente.

Lo principal debe de ser definir bien el problema y los subproblemas que puedan derivar o conformar este. Quizá la definición sea de todos, el paso más importante ya que sin él sería imposible llegar a buen puerto sin toparnos con enormes tormentas. Después el análisis de los problemas y la fase de investigación sobre cómo otras personas han resuelto este problema son también muy importantes. Nada sale de la nada, sin una fase de investigación es imposible crear algo que funcione.

El resto de procesos ya están casi listos, ya que después de investigar se ponen esas ideas en orden y se ve qué se quiere y qué no de lo que hemos visto. Por supuesto también se añaden ideas nuevas. Llega el momento de experimentar con ellas, creando posibles modelos que puedan funcionar. La iteración con este modelo hará que se modifique tantas veces como sea necesario para obtener el mejor resultado final.

¿Qué lectura sobre diseño nos recomiendas a las personas que trabajamos en el ámbito de las tecnologías de la información o, más específicamente, de la gestión documental?

Hay dos lecturas que creo que serían recomendables a todas aquellas personas a las que les interese la metodología y el diseño. La primera es sin duda Cómo nacen los objetos de Bruno Munari. Aquí nos explica su famosa receta de arroz verde en el que nos da una metodología proyectual que se puede aplicar a muchos campos.

Otra lectura que nunca me cansaré de recomendar es El elogio de la sombra de Jun’ichiro Tanizaki. Nos ofrece la vista de un japonés sobre viviendas occidentales. Creo que la reflexión que nos puede ofrecer sobre cómo las personas para las que trabajamos se pueden sentir es muy importante. Porque muchas veces nos olvidamos de que nuestra visión técnica puede resultarles extraña y desconocida por mucha voluntad de comprendernos que tengan.

Muchas gracias por visitar el blog de Nosturi. ¿Quieres añadir algo?

Tan solo agradecerte que me hayas invitado a la entrevista. Hablar sobre metodología proyectual y software libre siempre es un placer.

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